APROXIMACIONES PARA PENSAR LA ARGENTINA DESDE LA CULTURA

salud2Con solo detenerse a observar la vida cotidiana en uno mismo y en las demás personas que a lo largo del tiempo se ha compartido el camino de la existencia, se percibe claramente un serio deterioro en las conductas sociales frente a las responsabilidades cívicas y a lo público.

Me remito a expresiones populares conocidas, tales como, ¨el menor esfuerzo para lograr el mayor beneficio¨, eso que todos conocemos como la viveza criolla, encarnado en la figura del ¨ventajero¨, del ¨piola¨, del ¨macho argentino¨, etc.

Veamos los serios inconvenientes para todos los argentinos que ocasionó el tema del campo, que todavía sigue sin resolver en términos de logros de acuerdos globales, que respondan a una política orgánica. Citando a Manuel Belgrano, quién expresó (1) desde su visión un enfoque realista al tema: …¨No se mira la agricultura como un arte que tenga necesidad de estudio, de reflexiones o de reglas. Cada uno obra según su gusto y práctica, sin que ninguno piense en examinar seriamente lo que conviene. Juzgaba que tres cosas eran necesarias para acertar en la agricultura. Primero, querer, es decir, es necesario amarla, aficionarse y gustar de ella, tomar esta ocupación con deseo y hacerla a su placer. En 2° lugar, poder, es preciso para hacer gastos necesarios para las mejoras, para la labor y para mejorar la tierra, y la tercera, saber. Es preciso haber estudiado a fondo todo lo que tiene relación con el cultivo de las tierras. Si no hay discernimiento, ni conocimiento de causa, puede ocasionar grandes pérdidas.¨

¿Y qué nos pasa que frente a una situación problemática no se logra identificar con claridad las causales posibles y las soluciones reales al problema?, ¿por qué el poder se utiliza para consolidar los intereses particulares, dejando de lado el interés del bien común?

Pareciera que estamos en presencia de un paquidermo que nos impide pasar a otra situación social solidaria, mejor, que nos ha inmovilizado, de tal manera, que no podemos avanzar hacia otra etapa de madurez cívica, con más respeto entre las personas, sin violencia, sin agresiones. ¿Por qué no reaccionamos frente a ese dolor provocado por nuestra propia manera de sentir, pensar y actuar con tanto egoísmo?, como si fuéramos inmortales, con tanta autosuficiencia y prepotencia hacia uno mismo, hacia el otro, hacia el medio ambiente y también, rechazando lo trascendente, reduciéndolo a la magia, a la suerte, etc.

Quizás, todos estamos sufriendo esas actitudes, cuando vamos por la ruta y la prepotencia de unos pocos se hace sentir en la velocidad imprudente en el cambio de carril sin avisar, pone en riesgo no solo su vida sino la de muchos semejantes. También, se sufre cuando se arrojan los residuos cloacales, por ejemplo, en la Isla Jordán, Cipolletti, Río Negro, Argentina, no haciéndose las obras que correspondan, vaya a saberse las verdaderas razones, seguramente porque es más fácil ocultar el problema en vez de enfrentarlo y mantener para las familias un lugar sin contaminación, estimulante a la vida plena. Y otra vez se repite, por decisiones de unos pocos que hacen ruido, la mayoría de los argentinos sufrimos para adentro.

Ciertamente, estamos frente a una indisciplina social, con actitudes inmaduras. Esa actitud de sacar provecho del puesto, sea la empresa, institución pública, barrial, etc., está instalada en alguna de las actitudes que nos caracterizan como argentinos, si no es que falta todavía definir con más claridad lo que encierra tal expresión y hacernos cargo. ¿Cómo dijo?. Sí, hacernos cargo de lo que hacemos o no hacemos. (error por acción y por omisión). Creo, empezar por pensar y reflexionar acerca de lo que nos está sucediendo como sociedad es un principio de ver el problema.

Es probable que se sienta admiración por lo que logra aquel con la actitud ventajera, quizá porque uno se puede sentir identificado, ¡cuándo me tocará a mí sacar provecho de los demás! (Quién te saca lo bailado, léase LO ROBADO). Total, el vivo vive del zonzo, y el zonzo de su trabajo. Parafraseando en el lenguaje discepoliano, ¨Da lo mismo un burro que un gran profesor¨

Ya vamos a salir hay que esperar, dicen algunos, haciendo la plancha casi mágicamente se sale, se resurge de la nada. Otros, más ilusionados ven una luz en el túnel, allá a lo lejos, sin percibir que puede ser una locomotora a velocidad que se acerca con deseos de arrasar todo lo que encuentra en el camino, como ocurrió con los argentinos en la crisis del 2001 en la Argentina con la terrible inflación vivida y la casi desintegración del tejido social.

¿Hasta cuándo seguiremos adormecidos mirando por tv las repeticiones de un mismo programa, que solo le interesa facturar de acuerdo a la cantidad de personas que lo ven durante el día?, como si fuéramos incapaces de reaccionar, para ver otros temas, situaciones y no sólo esperar si tal conductor le va a cortar no sé qué cosa de la prenda íntima de una mujer que se presta a ese espectáculo por algún dinerillo, muy cerca de la decadencia social, cultural y la desvalorización de la mujer a una simple cosa u objeto consumible por muchos televidentes.

¿Cuándo comenzaremos a situarnos a pensar críticamente qué nos está pasando, dejarnos interrogar por la realidad, despegarnos de la abulia social, cultural, política, etc., que nos caracteriza y reencontrarnos a nivel personal, con los otros?. Vale situarnos en otro planteo más profundo y más sano, que lo que le está pasando al otro en algo yo tengo que ver. ¨Nadie se va a salvar solo¨, sino que nuestro camino está unido al de los demás; lo individual de cada uno está unido al bien común. Pues, trabajando por el bien común, se asegura el bien individual. Esta es una clave de tarea para realizar entre todos. Ningún sector social se salvará si no está unido al de los demás sectores, buscando soluciones conjuntas

Cuesta muchísimo el compromiso con la realidad. Hablamos de diálogo, de trabajar en equipo, pero, a la hora de la realización, escapamos del encuentro de carne y hueso con el otro. Nadie desea escuchar el problema del otro, por las dudas me alejo y sigo con lo mío.

Creo que existe un convencimiento que no vale la pena modificar nada, que la búsqueda de ideales fue para otra época. Hoy, si se consigue un buen trabajo ya está, el mundo no se puede cambiar, para que voy a complicarme escuchando al otro. No será que la mirada de nosotros mismos y del mundo es errónea. Existe como una insatisfacción en uno mismo. Se vive en una parálisis en la convivencia social.

Necesitamos recuperar la esperanza, que no todo está perdido. ¨que el que tiene esperanza es consciente de las dificultades y experiencias de pérdida. Pero, no se queda atascado en la desesperación por su destino. La esperanza le muestra una salida¨, dice A. Grüm. En cambio, el optimista ve a la vida en forma parcial, excluye todo lo desagradable.

Vivir en la esperanza, es una experiencia que nos permite compartir con los demás, abrirnos al otro y que juntos se puede trabajar en el logro de propósitos claros para todos. Creo que todos debemos hacer lo que nos corresponde. Lo más rico que tiene la Argentina es el capital humano. Tenemos que reconocer que en Latinoamérica y en especial, en nuestro país está dañado.

No salimos del atraso crónico porque está dañado el intelecto. El cerebro se daña por la falta de alimentación y por la falta de estímulo. De ahí la necesidad de la educación para todos. Tenemos que pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones. Pensemos en el tiempo largo de la historia, como dice, Braudel y salir del tiempo de la coyuntura, del acontecimiento.

Trabajemos por crear ambientes sanos, de alegría profunda, de vida sana, aún en la pobreza. Abandonar los ambientes chatos, mediocres, faltos de oxígeno y de luz. Es hora que nos preguntemos, ¿qué país queremos?. Tengamos cuidado de los que mienten y de los charlatanes. El primero sabe que existe la verdad y el segundo habla porque habla, sin fundamento. Recuperemos el rol de adultos responsables y soñemos con una patria Grande, no sólo los empresarios con la responsabilidad social, sino todos, cada uno por pequeña que sea la tarea, hacerla de lo más profundo del corazón.

¡Gracias por estar!

Jorge Alberto Herrera, educador contemporáneo.

4 Comments to “APROXIMACIONES PARA PENSAR LA ARGENTINA DESDE LA CULTURA”

  1. By mateo/eze, 24 junio 2010 @ 19:37

    fuerza abuelo!!!!!!!!!!

  2. By Eduardo, 27 junio 2010 @ 11:11

    Hola:
    Que buena Nota!!! – Me podroduce contradicciones en mi pensamiento, me hizo reflexionar, A veces pienso (claro que esto no ocurrre todos los días). Que estamos todavia discutiendo que país queremos…..
    Saludos

  3. By Monica, 10 octubre 2011 @ 8:48

    «Si cambia el corazón, cambia la acción;
    si cambia la acción, cambia el medio ambiente;
    si cambia el medio ambiente, cambia la personalidad;
    si cambia la personalidad, cambia la vida cotidiana.
    Si hay rectitud, habrá belleza en el corazón;
    si hay belleza en el corazón, habrá armonía de hogar;
    si hay armonía de hogar, habrá orden en la Nación;
    si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo;
    DEPENDE DE MI»
    Daisaku Ikeda

    Gracias Jorge por tus palabras, yo estoy estudiando para docente y creo que uno tiene que ir formando una conciencia social alejada del egoismo y creo, sin lugar a dudas, que transformar todo lo que ocurre depende de cada uno de nosotros y de esa manera contagiar a los demás para lograr un cambio positivo en la sociedad y concretar una patria Grande.

  4. By Jorge Herrera, 2 noviembre 2011 @ 20:26

    Gracias Mónica por tus reflexiones y aliento, Cordialmente
    Jorge Herrera

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